sábado, 15 de septiembre de 2018

Veinte cosas que odio de la Fantasía Épica actual

¿Tortugas voladoras? Eso sí que es original.

Dibujo creación de Julie Dillon






Bueno, no exactamente yo, sino el encargado de la Biblioteca de Korranberg, estupendo blog –lamentablemente ya cerrado- de críticas literarias, quien hace un tiempo escribió las cosas más molestas en los libros actuales de este género.

¿Están de acuerdo con el o no, aunque sea parcialmente?

(Mis comentarios en negro)


1. Odio la manía de que ahora todo sean trilogías, heptalogías o infinitologías. ¿Tan difícil es hacer un buen libro único con final cerrado?


100% de acuerdo.

2. Odio que en los libros de fantasía aparezcan canciones. Los autores deberían entender que no es tan guay verlo escrito como lo que ellos piensan dentro de sus cabezas.


Peor aún es cuando aparecen poemas.

3. Estoy cansado de que en los libros de fantasía épica siempre aparezcan las mismas razas; humanos, elfos, orcos y enanos. ¿De verdad no hay imaginación para crear cosas nuevas?


Totalmente de acuerdo, bien podrían dársele características inusuales a los elfos, enanos, etc., de siempre, darles una vuelta de tuerca que les den mayor interés, que no sean lo mismo de siempre –aunque hay quienes los usan porque son ya arquetipos-. Hay también todo un mundo de criaturas mitológicas poco conocidas o poco usadas que puedes emplear sin culpa, o inventarte las tuyas propias.

4. No entiendo que el 95% de los libros de fantasía traigan un mapa. En serio, la mayoría de las veces no es necesario.

Yo en cambio los adoro, más allá de su utilidad, sirven para situarnos, y para interesarnos en ese nuevo mundo que es cada novela de fantasía.

5. Odio que todas las portadas de libros de vampiros sean rojas y negras.


Tienen su razón estética, el rojo simboliza la sangre, lo negro la oscuridad intrínseca referente a los vampiros, incluso cuando brillan al sol.

6. Odio a Cersei Lannister.


Yo no, a mi me da pena, a pesar de ser una perra de marca mayor resentida por haber nacido mujer y no poder optar al poder a causa de su sexo. Y también es incapaz de criar hijos medianamente sanos.

7. ¿Por qué en las novelas de fantasía los personajes siempre comen lo mismo? Pan, queso, carne seca, vino especiado, aguamiel, etc.


Cierto, no recuerdo cuando fue la última vez –o la primera- que alguien comió arroz en una novela de fantasía.

8. Odio que la Muerte me persiga por las calles de Ankh Morpork.

Odio que la muerte me persiga, sea donde sea.

9. Odio que Stephenie Meyer sea millonaria.


Yo no, yo odio que Cristopher Paolini sea multimillonario plagiando Star Wars.

10. Odio que Patrick Rothfuss y George R. R. Martin sean tan jodidamente lentos escribiendo.

11. Odio al elfo oscuro Drizzt Do'Urden y que por su culpa sólo publiquen novelas de Reinos Olvidados en las que salen elfos oscuros.


Odio a los elfos en general.

12. Odio a Isabella Swan con toda mi alma. ¿Cómo puede una tía tan pesada ser el objeto de deseo de un tipo como Edward Cullen? ¿Cómo puede ser el objeto de deseo de alguien?


Esto se conoce como “síndrome Mary Sue”

13. Pero mi odio por Bella no es tan grande como el que le tengo a Kristen Stewart y su cara de fumada.


Si, totalmente insípida, me imagino que por eso tantas chicas se identifican con ella, por lo demasiado común y vulgar.

14. Me cabrea que Guillermo del Toro haya tenido que abandonar la película de "El Hobbit"


A mí también, pero más me cabrea que Pacific Rim 2 no sea dirigida por el, que solo sea el guionista.

15. Estoy en contra del maltrato que sufren los caballos en la mayoría de novelas de fantasía. Pobres animales, ¡¡¡la de viajes y carreras que se pegan!!!

Si no fuera por las películas basadas en novelas de fantasía, los pobres caballos no tendrían trabajo alguno.

16. Odio que Katniss no sienta por Peeta lo mismo que siente por Cale. Pobre chico. Y odio al Capitolio, por supuesto.

17. Odio a Lev Grossman por escribir la peor novela de fantasía que he leído en años; Los Magos.

Menos mal que no conoce La lanza rota, de Alberto Rojas.

18. Odio las novelas en las que las 3/4 partes son batallitas sin sentido (pero esto no hay que tomarlo al pie de la letra, querida Stephenie Meyer).


Totalmente de acuerdo.

19. Odio la facilidad con que manejan las espadas en las novelas. Por dios, ¡¡¡pero si pesan un quintal!!!.


20. Odio que las editoriales decidan qué hay que leer en cada época; ayer vampiros, hoy ángeles y mañana asesinos. ¿Qué será lo próximo?


En realidad es al revés, no hay que confundir causa con efecto, las editoriales reaccionan en base a lo que el público compra. No digo ninguna novedad al señalar que cuando algo tiene éxito en cualquier ámbito –literatura, cine, televisión, etc.- de inmediato surgen los imitadores, los productos con características similares o los simples plagios. No se trata de que haya un siniestro conclave de sombríos ejecutivos decidiendo lo que se volverá popular los próximos meses, no es asi. Se trata de reuniones siniestras de sombríos ejecutivos viendo lo que en ese momento es popular –a veces sorpresivamente- y decidiendo apostar por productos similares.

Por ejemplo, aunque el subgénero del “romance paranormal” ya existía mucho antes, fue el éxito de crepúsculo –novelas y películas- lo que motivo el auge de numerosas otras novelas que trataban de una chica humana corriente y sin personalidad alguna que se enamoraba de un vampiro/hombre lobo/ángel/demonio/parca/engendro de Cthulhu, llenando las vitrinas de las librerías de clones.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Capitulo piloto de CliffSide, divertida animacion sobrenatural y de vaqueros


Los monstruos y los tiroteos abundan en esta comedia animada de vaqueros que sigue a un niño demasiado confiado, su apática compañera, y una niña araña con algunos problemas serios. ¿Qué se necesita para salvar a CliffSide de un mal poco convencional?

Divertida animacion creada por Liam Vickers (director, animador, escritor, loqueseanecesario), cuyo canal Canal pueden ver aqui.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Y es por esto, niños, que debemos dejar de quejarnos de que "arruinan mi infancia"


Por Julián Ramírez //

En las últimas semanas hemos escuchado y leído muchas veces esa frase, sobre todo en respuesta a las nuevas versiones de Thundercats y She-Ra, las cuales, por si no las han visto, lucen así:

thundercats_shera.jpg

Creo que es bastante claro lo diferentes que son a las series originales que llenaron las mañanas de los sábados de los que ahora somos treintañeros. Y estas diferencias parecen ser lo suficientemente graves como para “arruinar la infancia” de aquellos que recuerdan como eran antes.¿Pero en verdad es un pecado tan grave? ¿Deberían las productoras dejar de sacar nuevas versiones de franquicias clásicas? O si lo hacen, ¿deben ser absolutamente fieles en todo aspecto a las originales?

La respuesta a todo esto es NO, y las personas que de verdad se encuentran enojadas porque Thundercats, She-Ra y todas las demás renovaciones no lucen como ellos recuerdan están cayendo en algunas de las peores actitudes de la cultura nerd moderna.

Analicemos la situación por partes.

1. Su infancia está a salvo 
 La actitud de muchas de estas personas hace pensar que las nuevas versiones de sus amadas series van a causar la desaparición de anteriores de la faz de la tierra, o que fueran a reemplazarlas por completo. Pero no solo sabemos que esto no solo no es cierto, sino que incluso pueden ayudar a darles una nueva vida. No es raro que tras la llegada de una nueva serie animada, veamos en los estantes de las tiendas nuevas ediciones de las caricaturas viejas en DVD y Blu-Ray o lleguen a los servicios de streaming para ayudar a promocionarla. En algunos casos incluso se llegan a ver continuaciones de ellas en forma de cómics o novelas.

Como ejemplo tenemos a Transformers. La llegada de las películas en 2007 enojó a muchos fanáticos que vieron que éstas no reflejaban bien la serie de 1984 que ellos amaban, pero a pesar de ello, estos filmes revivieron el interés en la franquicia y con ello llegaron nuevas series animadas, juguetes y cómics que sí han sido del agrado de la comunidad de fans.

Algo que también hacen mucho es rendir homenaje a sus predecesores de diversas maneras: haciendo nuevas versiones de episodios clásicos, con invitados especiales o con guiños y referencias, dejando claro a su público que no pretenden reemplazar lo que vino antes de ellos.

2. Usted ya no es el público objetivo 
 Esto es algo que no les cabe a muchos nerds en la cabeza y es que ya no somos el principal público de las caricaturas. Son los niños y niñas menores de 16 años y es en ellos en quienes se piensa a la hora de diseñar los personajes. Los nuevos Thundercats lucen así porque el estilo visual de otras series como Steven Universe, Adventure Time y Gumball es muy popular. She-Ra luce así porque quieren que las niñas se sientan identificadas y se disfracen de ella. No importa si ustedes piensan que ella debe lucir “sexy” o que los felinos cósmicos tengan que protagonizar historias serias en lugar de tener aventuras cómicas. Lo que importa es lo que le gusta a los niños de ahora.
 Para los que hemos sido fanáticos de algo toda nuestra vida es difícil aceptar que, de repente, algo relacionado con eso que nos obsesiona no sea lo que esperamos. Solemos culpar a los creadores de “no entender el material original”, de ser “políticamente correctos” o traicionar a sus seguidores. Puede que de verdad creamos que somos nosotros, los viejos fans que probablemente tengamos más de 30 años, quienes mantenemos viva esa marca. Pero esto se debe a que estamos desconectados de la realidad, de algo que los estudios de cine y televisión conocen porque hacen investigaciones de mercado: Son los niños y niñas quienes más ven sus obras, a quienes les compran los juguetes y ropa con imágenes de los personajes.

En algunos casos hay suficientes productos para todas las edades. DC por ejemplo tiene líneas específicamente creadas para niñas (DC Super Hero Girls), otras para jóvenes (las series del canal CW) y otras que por su violencia y tono están enfocadas a los fans adultos (la mayoría de sus películas, cómics y videojuegos), pero otras prefieren enfocarse en su principal público y, les repito, estos son los niños, aunque esto no significa que los mayorcitos no podamos disfrutar de ellas.

3. Las series viejas no eran tan buenas 
 Seamos honestos con nosotros mismos. Si en este momento decidimos ver un episodio de las series de originales de He-Man, She-Ra, Jem, Tortugas Ninja, Mi Pequeño Pony o G.I. Joe nos vamos a llevar una decepción enorme. Nuestra nostalgia nos engañó. Son series repetitivas, con mucha animación reciclada, historias mediocres y personajes bastante torpes. Incluso aquellas serie que contaban con mayor calidad, como Thundercats o Transformers, no están a la altura de la forma en que las recordamos. Duele pensar en ello, pero así es. De hecho, estas fueron creadas como comerciales para la venta de las figuras de acción.

Podemos tenerles todo el cariño que quieran y podemos conservar con el mayor cuidado las figuras de acción y afiches de sus personajes. Eso está bien, fueron parte importante de nuestra infancia y está bien quererlas. Pero no pretendamos que eran obras de arte inmaculadas que no se pueden tocar. Si existen nuevas obras sobre ellas es porque tienen un reconocimiento de marca, no porque fueran una maravilla.

  4. Le tiene miedo al cambio 
 Algo que ocurre cuando somos tan fanáticos de algo es que lo volvemos parte de nuestra identidad, y al hacer esto sentimos cierta “apropiación” hacia estas obras. Por eso cuando vemos que en una de ellas ocurre algo que no es de nuestro agrado nos enojamos y sentimos que nosotros podíamos hacerlo mejor.

Es lo que ocurrió con algunos fans de Star Wars cuando vieron Los Últimos Jedi. No podían concebir que el mitificado Luke Skywalker no fuera un héroe salvador sino un hombre que ha cometido errores y no supo lidiar con ellos y que los planes arriesgados contra las órdenes de los superiores no salvaran el día. Este es posiblemente el mejor camino que pudo haber tomado esta saga, pero algunos consideran cualquier desvío de la norma como una amenaza contra su obra favorita y por ende contra ellos mismos.

Pero el cambio puede ser algo muy bueno en los trabajos de ficción. Ayuda a que las historias y elementos visuales no se estanquen haciendo lo mismo una y otra vez. Permite explorar diversas perspectivas sobre ciertos personajes e historias y puede atraer nuevos públicos que a su vez harán que haya más material, juguetes e información sobre esas obras que nos gustan.

5. La cultura va para otro lado 
 La estética de hombres fisiculturistas hiper-masculinos y de mujeres con cuerpos de reloj de arena, busto prominente y atuendos reveladores tan característica de las caricaturas, cómics y películas del siglo pasado ha ido quedando atrás poco a poco en favor de representaciones mucho más diversas en tipos de cuerpo.

Quienes vimos She-Ra en los 80’s sabemos que la apariencia de la protagonista caía dentro de la primera descripción y tal vez impacte un poco verla ahora con una apariencia mucho más aniñada, de brazos musculosos, sin maquillaje y facciones menos delicadas, pero como se dijo anteriormente, el objetivo de esto es que las niñas se puedan identificar más con ella, les dice que no solo las mujeres con cuerpos de modelo de ropa interior pueden ser poderosas.

Es preocupante que la mayoría de críticas negativas que se ven hacia el nuevo diseño de este personaje en redes sociales son de hombres adultos a quienes no les gusta que She-ra no les resulte sexualmente atractiva, ya que esto significa que les molesta, como dice Ashley Flanagan en twitter, que existan modelos para las niñas que no ejemplifican ese estilo de feminidad que se enfoca en lucir convencionalmente atractivas a los hombres.

Y es que no hay nada malo en el cuerpo que tenía antes este personaje, pero esta no puede ser la única figura que los medios muestren como positiva.

6. Las revisiones malas no son recordadas 
 Los creadores de Thundercats Roar son veteranos de Cartoon Network y Disney, mientras que la responsable de She-Ra es la escritora de los excelentes cómics Lumberjanes y Nimona (por los que además ha ganado un premio Eisner), así que es bastante posible que sean caricaturas muy divertidas y de alta calidad... Pero en caso de que no lo sean tampoco hay problema, pues no van a ser recordadas.

¿Alguien recuerda el remake de Robocop?, ¿alguien comenta aún la nueva serie de MacGyver? ¿O la más reciente serie de Las Chicas Superpoderosas? Cuando una nueva versión de una franquicia reconocida no es buena o no logra atraer audiencia desaparece rápidamente de la memoria de la cultura popular. Desde la década pasada hemos sido invadidos por centenares de remakes, reinicios y regresos de los personajes más representativos de los finales del siglo veinte, pero solamente aquellas versiones que se las han arreglado para capturar de nuevo el amor del público siguen vigentes. Incluso la misma Thundercats tuvo otra versión en 2011, pero los niveles de audiencia fueron tan bajos que no sobrevivió más de una temporada al aire.



Fuente: https://www.shock.co...infancia-ie2561


Y tambien por esto:



Creo que fue  fue el propio director de Las Cazafantasmas 2016 quien dijo que la unica manera en que podia arruinar la infancia de alguien, es si viajara en el tiempo y matara a sus padres.