En la historia de Chile no han escaseado las sectas y los iluminados religiosos de todo tipo, aunque por fortuna en general han sido bastante inofensivos, uno de los casos más famosos fue el del polígamo Profeta de Peñalolen, también el mas antiguo El Cristo de Elqui, y el extraño caso del Vidente de Peñablanca, este último posiblemente una manipulación de la dictadura de augusto pinochet.
Un caso mucho más trágico fue el de Antares de la luz, cuya secta sacrifico un recién nacido para evitar el fin del mundo en el 2012. Y si de sacrificios humanos hablamos, esta el sacrificio de un niño en una comunidad Mapuche para evitar nuevos terremotos después del gran sismo de 1960 en el sur de Chile (tengan en cuenta que el sacrificio humano nunca ha formado parte de las costumbres del pueblo mapuche, esto fue algo excepcional)
Y uno de los más misteriosos y desconocidos, el de la secta Nedara en Coronel, 1984, hay muy poca información al respeto pero lo que está claro es que tres jóvenes habrían muerto, aparentemente inmolándose por voluntad propia, o tal vez no:
Seguramente el título de esta historia no le suene tanto. Pero si le cuento que en los años 80' existió una secta llamada con ese nombre y aún más!!! Lo invito hacer el ejercicio de recordar, puesto que uno de los integrantes de esta secta era un joven de la Población La Colonia, llamado Daniel, y se hacía llamar "Profeta Daniel". Bueno aquí algunos antecedentes que puede encontrar al respecto.
Los hechos ocurridos en noviembre de 1984 en Coronel, comuna en que tuvo lugar el primer suicidio ritual del que se tenga antecedentes en Chile.
Fue una fatídico ritual en que tres jóvenes, integrantes de la hasta entonces desconocida secta Nedara, se inmolaron.
Se desconoce todo lo que guarde relación con investigaciones, motivos o intervención de terceros, de este suceso. Claro es que en aquel tiempo todo lo desconocido era mal visto. No olvidemos que se vivía bajo un régimen militar.
La secta Nedara representaba la vida de tres una jóvenes condenados a la maginalidad y la exclusión, cuyo último aliento consistió en escapar hacia una espiritualidad evidentemente torcida, para evadir el miedo, la desesperanza y la falta de oportunidades".
Hay incluso una novela al respecto, Escrito en el Sol, de Oscar Sanzana, inspirada en este hecho y que cuenta lo que ocurre con uno de los sobrevivientes de la secta.
De su blog obtenemos las siguientes imágenes:
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